UN CAMBIO, AHORA O NUNCA

Vivimos en la época del cambio. Todos los días y a todas horas, suceden cambios a nuestro alrededor. Otra cosa, es que no seamos conscientes de ello.

Hoy en día, en las organizaciones, se podría decir que, el cambio es una única constante, y más, con la situación sanitaria en la que nos encontramos. Es por ello, que un equipo ve la incertidumbre como una oportunidad, ya que, están constantemente abiertos al cambio.

En mi opinión, considero que un cambio debe de suponer un resultado diferente en el entorno, así como, en la estrategia.

Por ello, el comportamiento ante el cambio determina el resultado.

Tener éxito o fracasar, depende de uno mismo, pero también, de los miembros que conforman el equipo. Para ello, todos los participantes, deben de estar motivados para poder asumir nuevos desafíos, ya que, es imprescindible involucrarlos en todo el proceso de cambio, haciéndoles sentirse valorados para expresas sus propias ideas.

Otro aspecto a tener en cuenta, es la reacción a ese cambio, debido a que no todos reaccionamos de la misma manera y esto implica una variedad de sentimientos.

Para ello, es necesario identificar la emoción principal en ese momento, y externalizarla para responder al cambio de manera proactiva.

Por lo tanto, debemos de aprovechar al máximo el cambio, conociendo en todo momento nuestras propias limitaciones. El papel de la resiliencia es fundamental en un clima de agitación, para así poder lidiar con los desafíos que nos rodean. La perspectiva ante ello, es primordial para poder navegar por lo desconocido y así tener un impacto inmediato y positivo ante la situación.

El cambio, a menudo, implica aprender y desarrollar nuevas habilidades para podernos adaptar al cambio de manera victoriosa.

Como, por ejemplo, adoptar hábitos saludables en los momentos de alto estrés.

También, debemos tener en consideración nuestras propias necesidades para tener en un cambio beneficioso.

Es por ello, por lo que, todos los hábitos implican una señal que provoca un comportamiento, que a su vez este, es la acción que se lleva a cabo para, finalmente, obtener una recompensa.

En definitiva, para cambiar un comportamiento, es imprescindible identificar la señal, para así conseguir una recompensa.

Para ello, es necesario pensar sobre que hábito podríamos cambiar, o bien, desarrollar para ser más eficientes.

En muchas ocasiones, conseguir ese cambio no depende directamente solo de ti, sino de un equipo. Por lo que, involucrar a todos los miembros a iniciar el cambio, es el primer paso.

Todo el equipo debe de detectar oportunidades de mejora una vez iniciado el cambio, sino es así, se debería de seguir explorando hasta manifestarlo. Es cierto que, no es cuestión de minutos, ni horas, por lo que, debemos tomarnos nuestro tiempo.

Una pieza clave para conseguir todo esto, es valorar a los miembros del equipo para detectar aquellos cambios necesarios. Así como, permanecer en un entorno donde asumir riesgos, aumente el nivel de compromiso, productividad y creatividad.

Una vez que el equipo haya aceptado alguna idea prometedora, es hora de pasar a la acción. Para ello, es necesario establecer objetivos, crear un modelo y continuar mejorando para probar las ideas.

Para poder liderar una iniciativa de cambio, se debe de tener la aceptación del equipo y, por supuesto, defenderlo e ir a por ello. Para que esto se cumpla, es necesario que la iniciativa se entienda por todos los miembros.

Además, a medida que vaya surgiendo el cambio, el equipo se involucraráen mayor medida y surgirán nuevos roles. La clave para que esta iniciativa sea un éxito, será ajustarse a las necesidades del grupo.

Es cierto, que cada grupo es único, al igual que sus componentes, por ello, es imprescindible conocer que habrá personas que serán escépticas al cambio y será mas complicado sugerirles que participen en la iniciativa.

Pero, para que esto no ocurra, éstos deben de sentirse valorados, escuchados y que los demás integrantes compartan con ellos el entusiasmo de conseguir el reto.

Al fin y al cabo, cumplir los objetivos, trabajo en equipo y aprender continuamente es el impulso para conseguir el cambio que la organización necesita.

Es decir, tenemos que ser conscientes de que todo no va a salir como esperábamos y puede que experimentemos contratiempos, pero un buen líder, establecerá el rumbo de nuevo al grupo.

Como conclusión…

El pilar fundamental se encuentra en abordar la resistencia al cambio y luchar para conseguirlo. Trabajar para motivar al equipo no es tarea fácil, pero después la recompensa es mucho mayor.

Finalmente, una enseñanza que aplico es pensar en en la resistencia al cambio cómo una oportunidad, y no cómo un obstáculo. Esto me ayuda a ver el problema desde otra perspectiva y seguir el camino hasta llegar al objetivo.

No tengas miedo de los cambios lentos, sólo ten miedo de permanecer inmóvil”.


Según el proverbio chino:

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